La vida de estudiante tiene, como todo, sus cosas buenas y otras de no tan buenas. Las no tan buenas pueden ser cosas como tener que pasar horas y horas de estudio, no poder socializar tanto en época de exámenes y quizás tener una economía menor y para poder ser independiente, tener que sacrificar un mayor número de horas y compaginar el trabajo con los estudios. Pero hay otra parte, seguramente la más grande, en la que incluimos esos cafés con los amigos y compañeros para hacer un «break» en el estudio, esas largas charlas en la cafetería, la cantidad de actividades y fiestas que se organizan y se disfrutan en buena compañía, esa libertad para poder seguir un camino a construir, las ganas, la ilusión, los viajes y… ¡los erasmus!

Hables con quien hables, una de las mejores experiencias en la vida de estudiante es estudiar en el extranjero. Conocer un país que nos llame la atención, aprender o perfeccionar su idioma, conocer gente de todas las culturas de las que aprendes muchísimo… En fin, ¡tantas y tantas cosas buenas! Así que nuestra obligación como estudiantes es disfrutar de cada momento, de cada estudio, de cada café, de cada persona que nos encontramos por el camino… Porque todas estas experiencias son la base de lo que seremos en el futuro.

¡Decidido! Nos vamos de Erasmus…

Y llega el momento en el que uno decide estudiar en el extranjero. Decide ir lejos y poder vivir toda esa experiencia de aprendizaje, diversión y sacrificio para poder avanzar.

Organizamos el viaje, preparamos la documentación, las maletas y una vez todo listo… ¡nos vamos!

Los primeros días suelen ser de adaptación. Todo es nuevo, los compañeros de piso, los de clase, los profesores, las calles, la comida, la manera de divertirse seguramente… Unos disfrutan cada segundo desde el principio y otros necesitan un margen para poder dejar atrás lo que tenemos en casa como la familia, los amigos de siempre, las costumbres…

Sea como fuere, cualquiera de las dos situaciones es normal y siempre se acaba llegando a un mismo punto en común en el que disfrutas de la experiencia y de la gente,  en el que aprendes y ¿por qué no?, también en el que echas de menos a los tuyos, pero de una manera llevadera.

Lejos de casa, lejos de la familia… Como dicen, cuando estamos lejos es cuando más apreciamos lo que tenemos. Cuando estamos fuera de casa durante una temporada valoramos más ese consejo, una mirada, un abrazo y ¿por qué no?, un jamón de pata negra, un fuet o la tortilla de patatas de mamá. ¿No os pasa también con los olores? Aquella sensación de volver a casa y oler precisamente a eso… a casa.

Vuelta a casa por Navidad

Por suerte, ¡llega la Navidad! Una época en la que ese “break” se hace un poquito más largo y podemos ir a visitar a los nuestros. Una esperada vuelta para recargar las pilas con el cariño de quienes queremos. La Navidad trae consigo los reencuentros, las comidas y cenas familiares, los regalos especiales, las luces en las calles, las vacaciones, también los turrones y dulces típicos de cada lugar y por supuesto… ¡los anuncios navideños! El de la lotería, Freixenet… ¡seguro que os acordáis del anuncio del Almendro! Aquella canción que nos decía «Vuelve a casa vuelve… por Navidad». Un anuncio que refleja exactamente vuestra vivencia en estas fechas.

¡Tu maleta también viaja!

Y llega la hora de volver a preparar las maletas. Esta vez, tendremos que poner todo aquello que vayamos a utilizar y todo aquello que sepamos a ciencia cierta que ya no nos volveremos a poner más. Así pues, una o varias maletas con ropa, calzado, enseres personales… ¡y sobre todo regalos!

Y si ya nos conoces, sabrás lo cómodo y práctico que es utilizar Sinmaletas. Si no, ¡podrás comprobarlo estas mismas Navidades!

Podemos ayudarte con el envío a casa de tus cajas. Simplemente tendrás que decirnos dónde vamos a buscar las maletas y qué día y dónde tenemos que entregarlas. De todos modos, tendrás un departamento de atención al cliente siempre dispuesto a resolver cualquier duda y por supuesto a acompañarte en el proceso y más importante, estar pendiente de cada paso del envío de tu maleta. Será como una mini mudanza, pero con la ventaja de que nosotros nos encargamos de tus maletas y tú simplemente tienes que encargarte de viajar cómodo y sin preocupaciones.

¿A qué esperas para planificar tu vuelta a casa? 😉